¿CRISIS? DE LOS VEINTITANTOS
¡¡Hola cariñetes!! ¿Cómo estáis? Espero que muuuy bien. Tenía pensado publicar más entradas acerca de Londres, ya que en mi entrada anterior todavía me faltaron bastantes cosas por contar, pero os voy a dejar unos días más intrigad@s. Hoy os traigo una entrada distinta a las que os tengo acostumbrad@s, una entrada muy sincera, profunda y reflexiva, escrita a una semana de cumplir mis 24 años…
Otra tarta, una vela más por soplar… En ese momento, cierras los ojos y por un momento te ves con 5 años, rodeada de tus amiguitos del cole, de muchos globos y una tarta de chuches. Eso sí que era la buena vida, donde la única preocupación era “¿a qué jugamos cuando nos cansemos de este juego?”.
Abres los ojos, y de nuevo los vuelves a cerrar para verte ahora con 14 años, con tus amigas del instituto, pero estresada porque tienes exámenes y deprimida porque piensas que “el profe te tiene manía” y todo el mundo va contra ti. A tod@s aquell@s adolescentes que me leáis y penséis esto: Creedme cuando os digo que esos siguen siendo los mejores años de nuestras vidas, sin duda. Así que aprovechad cada segundo porque a partir de los 18, la vida pasa volando…
Aprovechad cada segundo porque luego llegan los veintitantos y empiezas a echar de menos tu etapa de colegio/instituto. Empiezan las preocupaciones. Terminas la educación secundaria… ¿y ahora qué? Vives en casa de tus padres y, como ya eres mayor de edad, no van a estar pagándote todos tus caprichitos así que, o buscas un trabajo para conseguir dinero, o te independizas (pero necesitas conseguir dinero, así que tendrás que encontrar un trabajo previamente para ello). Buscas y buscas, pero solo encuentras los típicos de trabajos en InfoJobs de carretillero o Customer Service Manager. No sirves para lo primero, y no sabes qué es lo segundo. Así que, viendo el panorama en España desde hace bastantes años, tienes 2 opciones: la primera, aceptar cualquier cosa a cualquier precio o, la segunda, estudiar.
¿Pero qué pasa con los estudios? Ya no son obligatorios, ya solo puedes estudiar aquello que te interesa o te gusta, pero… ¿qué te gusta? Así que comienzan los períodos de prácticas en diferentes ámbitos. Esto no te gusta, esto no te ves capaz, esto es superior a ti… Una equivocación tras otra, pero al final encuentras lo que buscas y… LA UNIVERSIDAD. Llegas ilusionasísim@, pero empiezas el primer año de carrera y nada es lo que parece, te llevas la decepción del siglo. Empiezas segundo y más de lo mismo. Y así hasta que acabes la carrera para luego ¿qué? ¿Trabajar en un McDonalds? (ojo, que no estoy menospreciando el trabajo en McDonalds, solo que, jope, soy graduada y he gastado un dineral y tiempo en ello…) Conseguir un trabajo ‘de lo tuyo’ suele ser bastante difícil, pero nunca hay que perder la esperanza y luchar por entrar en el mundillo. Sino siempre puedes irte al extranjero. En mi caso, hasta que me gradúe (o más), trabajo en algo que ‘no es de lo mío’ (ya hice un post anteriormente sobre ello) pero a cambio tengo las mejores compis del mundo (y a Maio, jeje).
Empiezas a tener que tomar decisiones, y no me refiero a qué camiseta ponerte hoy. Me refiero a decisiones que marcarán tu vida: independizarte, comenzar/dejar una relación, nuevos estudios, nuevo trabajo… Y así, infinidad de cosas. Ríes con ganas y lloras menos, pero con más dolor en cada lágrima. Tus prioridades empiezan a cambiar, y ahora lo único que deseas es que en tu próximo cumpleaños puedas celebrarlo con las mismas personas que el año anterior, y no te falte nadie.
También llega el tema de las amistades. Con los años te vas dando cuenta de que cada vez tu círculo de amistades va siendo más y más pequeño. Hacer amigos también te va costando cada vez más. Empiezas a valorar más la calidad que la cantidad. Y te da pena descubrir que en la familia pasa lo mismo. Te das cuenta de que no puedes regalar tu confianza a cualquiera si no quieres vivir a base de decepciones. Luego, para quedar todas un mismo día, tienes que hacer un máster porque o trabajan, o estudian, vives lejos, no tienen dinero, tienen planes con sus parejas, etc, etc, etc. Y ves que los planes con ellas van cambiando y os empieza a gustar más salir “de tranquis”. Bueno, "de tranquis" hasta que suenan las Spice Girls o canciones de las vuestras (nada de Justin Bieber, One Direction, ni leches).
Y hablando de planes y horarios… Cada vez vas teniendo menos tiempo para ti, para tu familia, para tus amigas… para todo en general. Madrugas de buena mañana para ir a trabajar y, cuando sales, corres para llegar a tiempo a las clases en la universidad. Llegas a cas a las 22h de la noche, pero no para descansar, sino para hacerte la comida del día siguiente, poner lavadoras, limpiar tu casa, ducharte, cenar, y ya si eso dormir. He de confesar que me ha tocado la lotería con mi novio. Desde que empecé a trabajar y a ir a clases de la universidad pocas veces me he tenido que preocupar por esto último y no sabéis cuanto lo agradezco.
Tener pareja es lo mejor. Bueno, hay parejas y “parejas”, pero si te toca la lotería como a mi… Se convierte en la suerte de tu vida. Sobre todo si, como en mi caso, vives lejos de tu familia y tus amigas, tener a alguien que te apoye en todas tus decisiones, que te ayude, que te reciba en casa con un abrazo, alguien que te dé el 100% de él mismo con los ojos cerrados y sin pensarlo dos veces. Obviamente, como en todas las parejas, hay también momentos malos… Pero los buenos los superan mil veces o más.
Tener pareja desencadena en otra cosa más, que al principio hace gracia, pero con el paso del tiempo cada vez cansa más. Y no sabéis cuánto. Llevas 3 años con tu pareja y empiezan las preguntitas “¿y para cuándo el bebé?”, y todo son risas. Llevas 6 años con tu pareja y pasas a vivir constantemente con el “¿para cuándo el bebé?”, “que bien te quedaría un bebé”, “ya hace falta una primita (para mi sobrina)” y miles de insinuaciones más acerca de bebés. Puede que me lleve críticas de algunas mamás pero… cada persona es un mundo, y las generaciones cada vez cambian más sus preferencias. Por si no lo sabéis, pronto cumpliré 24 años…24 AÑOS. Tengo todavía una carrera que terminar, un trabajo fijo que encontrar, una casa por comprar… Por favor, no empecemos la casa por el tejado. Existen 2 tipos de mujeres que han sido madres jóvenes: las que no se protegieron, y las que buscaban adrede ser madres a una temprana edad. No tengo nada en su contra, de hecho, es más recomendable ser mami joven por el tema de la recuperación, y no pongo en duda que sea la experiencia más bonita del mundo. Tampoco quiero decir que no vaya a ser madre algún día, solo que ahora mismo, con 24 años, tengo otras preferencias y creo que es más que entendible. Quiero graduarme, quiero descubrir el mundo con mi pareja y mis amigas, quiero disfrutar unos años más de mi cuerpo antes de vivir con dietas y cremas constantes, disfrutar la soledad de una pareja joven, ir al cine, salir de fiesta y volver a las mil… “Pero tu pareja es mayor que tú, va a ser papá tarde” ¿Y? ¿Acaso tengo yo la culpa de haberme enamorado de alguien mayor? Llamadme egoísta, pero que yo sepa el amor no entiende de edad… No debería.
Con esto no quiero decir que no me guste cumplir años, todo lo contrario, ¡¡me encanta!! Su fiesta, sus regalos, sus abrazos, sus llamadas… Cumplir años es buena señal, porque si no los cumples… malo. Es solo que cada etapa viene acompañada con una serie de acontecimientos, e imagino que tod@s tenemos que pasar o hemos pasado por ello, lo único que hay que saber llevarlo lo mejor posible y con una sonrisa cada día. El ciclo de la vida.
Estoy segura de que, a pesar de todo, los veintitantos son realmente los mejores años de nuestra vida. Es la etapa en la que nos encontramos a nosotros mismos y la que construiremos nuestro futuro. Por eso, tenemos que vivir cada segundo de nuestras vidas al 100% porque, si no haces locuras ahora ¿qué vas a tener para contar en el futuro?
Menuda Biblia os he soltado, pero quería desahogarme por escrito de lo que significa para mi (y creo que para muchos), cumplir 'ventipico'. Pero los cumplo con mucho orgullo :)
Seguramente, en mi próximo post ya los habré cumplido (pd: los cumplo el 24/9) así que... ¡¡Que paséis buena semana!!
